El muskiztarra Antonio Gorriaran presenta el libro 'Sólo es un perro'

Tu libro lleva por título ‘Sólo es un perro’, ¿qué es lo que has querido reflejar con ello?
Cuando alguien marcha de viaje o se ausenta y debe dejar a su perro solo y se preocupa de que quede bien o cuando alguien guarda luto y siente dolor por la muerte de su perro, como ejemplos, siempre hay algún humano que suele decir ‘no te preocupes tanto hombre; que solo es un perro’. Refleja que no tiene la importancia suficiente para preocuparse por él. No tiene el suficiente ‘nivel o estatus’. Cuando alguien dice que solo es un perro, yo pregunto ¿y qué más quieres que sea?... si lo es todo.
 

¿Cómo surgió la idea y por qué te decidiste a escribir este libro?
Pretendía, a través de mi opinión, dejar claro que el humano no se ha portado ni se porta con el perro como este se merece. No somos conscientes de la transcendencia de este ser en la evolución del humano. Es una carta de amor a un ser inigualable. Sinceramente estoy satisfecho con el resultado, creo haber logrado lo que pretendía, aunque la última opinión la tiene el lector, claro está.
 

¿Qué crees que debe cambiar en la relación de los humanos con los perros?
Muchas cosas, algunas complejas, pero por lo general, cosas sencillas que con poco esfuerzo podemos corregir. Dedicar más tiempo que compartir y entender más sobre lo que pretende comunicarnos en esos momentos de interacción es sencillo, solo se necesita un poco de paciencia y empatía para con ese ser que nos da todo.
 

En la novela el protagonista es ‘Robin’, que narra la historia en primera persona. Fue uno de tus perros y casualmente falleció antes de que se publicara el libro.
Tristemente es así. Cuando el libro estaba listo para ser publicado, Robin fallece. La causa fue una torsión de estómago. Siempre estará en mi corazón, sin duda nunca será ‘solo un perro’.
 

Todo lo que estás recaudando con el libro va destinado a tres protectoras de animales.
Las protectoras de animales, sea este quien sea, incluido el humano, hacen una labor vital, olvidados siempre. Quería agradecerles en especial a aquellas que se dedican a los perros, dándoles protagonismo a la vez de colaborar con ellas, aunque sea un poco, económicamente. Su labor destinada a socorrer a los perros abandonados por humanos (a la contra no sucedería nunca) me parece digna de elogio. Las ventas van según lo previsto. No es mi principal objetivo. Mi ‘sueño’ se ha realizado y estoy satisfecho por ello. Además, las opiniones de los lectores son muy agradecidas.
 

¿Te animarás con un segundo libro?
Siempre hay cosas que decir. Escribir aporta reflexión y esta conlleva paciencia, ambas dan paz. Seguiré escribiendo, aunque desconozco si se traducirá en un libro.